Que decir cuando sabemos que no queda tiempo
La última palabra que diré es la que quiero que quede para siempre. Deberá ser la despedida perfecta, una consecuencia de mis últimos actos, el resultado de una vida.
Dejar todo bien atado, ningún cabo suelto ni nada dependiente de la improvisación. Que el mensaje que mande se mantenga en el recuerdo, en el aire, y consiga hacer pensar y reflexionar a aquel que lo escuchó.
Descansa en paz mi vida tras ese instante, libero mis pensamientos de todo impedimento para que floten en la historia. Quizás no he conseguido todo lo que me propuse, y nunca sabré si estas últimas influencias han tenido sus frutos, pero al menos me marcharé sin reprocharme que no lo hube intentado…
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